Noti- Economia: Pellizcos de importancia – Sintetia
Lo importante no es exhibir propósito, lo importante es desplegarlo con impacto.
Lo importante no son los objetivos, lo importante es el legado.
Lo importante no es la innovación, lo importante es el futuro.
Lo importante no es el benchmarking, lo importante es pensar por cuenta propia
Lo importante no son los planes de cambio, lo importante es que las personas vivan transiciones reales.
Lo importante no son las reuniones, lo importante son las decisiones.
Lo importante no son los recursos humanos, lo importante son las personas.
Lo importante no es motivar, lo importante es no desmotivar a los comprometidos.
Lo importante no es el fracaso, lo importante es levantarse habiendo aprendido algo.
No podemos perdernos en apariencias. Siempre hay que preguntarnos por el “Job to be done”, la última finalidad de las cosas. No podemos tener una mirada burocrática sobre la realidad. Acariciar expedientes no sirve de nada. No hay ningún expediente importante si no es la antesala de la realidad. Mirar lo que realmente es transcendente y focalizarnos en ello. Todavía nuestras organizaciones se pierden demasiado en inercias y reglamentos, cuando lo único que importa es el impacto realmente deseado.
Debemos entrenarnos a mirar más allá. Preguntarnos las veces que haga falta el porqué de las cosas y divisar las aspiraciones finales de aquellos a los que queremos servir. Si vendemos martillos, no nos imaginamos que pueda suceder nada sin los clavos. Pero en realidad, a la gente los martillos y los clavos le traen sin cuidado, solamente quiere el cuadro colgado en la pared. Demasiado a menudo perdemos de vista para qué sirven las cosas de verdad y nos regodeamos en procesos que hemos convertido en peajes imprescindibles. La complejidad existe, es cierto, pero ¿quién nos manda incrementarla?
Lo importante no son los indicadores si no los resultados.
Lo importante no son los excels, lo importante es el dinero en caja.
Lo importante no es el presupuesto, lo importante es su ejecución.
Lo importante no es el Big Data, lo importante es añadirle el Small Data.
Lo importante no es el egosistema, lo importante es el ecosistema.
Lo importante no es la imagen, lo importante es la reputación.
Lo importante no es vender, lo importante es vender con margen y cobrar.
Lo importante no es facturar mucho, si no facturar con rentabilidad.
Tenemos las miradas contagiadas de rutina. Todo nos invita a no volver a pensar. El whattsapp nos completa las frases. Los modelos de inteligencia artificial basados en el lenguaje GPT-3 nos invitan a dejar de redactar. Y en cambio, necesitamos pensar más que nunca. Escribir más que nunca. No necesitamos miradas sofisticadamente enlatadas. Necesitamos desafiar lo evidente, para ir un poco más allá, al corazón de los propósitos, al quid de la cuestión, a las aspiraciones reales.
Clayton Christensen nos enseñó a innovar desde el “Job to be done”. En el fondo se trata de entender lo que realmente importa para un cliente, en su vida, en su trabajo, en sus relaciones, en sus necesidades prácticas. Entender lo esencial para poder repensarlo. Entender las finalidades determinantes, los deseos no expresados, las necesidades todavía no vertebradas para poder innovar y servirles el futuro medio paso por delante. Intentar no quedarnos solamente en encuestas, en simulaciones y focus – group, intentar captar la vida real de las personas, con lo que hacen y no perdernos en lo que dicen que hacen.
Y no podemos engañarnos. No podemos creer que el futuro encajará en nuestros productos y servicios simplemente porque sean nuestros. Necesitamos salir de nuestros ojos contaminados de inercias y mirar a los clientes. Entender cuáles son nuevas necesidades y procurar satisfacerlas con nuestro catálogo actual o con nuestra capacidad de innovar en nuevos productos y servicios. La industria del hielo fue increíblemente importante hasta los años treinta del siglo pasado. Pero no entendieron el Job to be done, ellos creían que la gente estaba interesada por el hielo, pero la llegada de la electricidad demostró que lo que la gente buscaba en última instancia era el frío para mantener sus alimentos y refrescar sus bebidas.
Y nuestras vidas profesionales también necesitan centrarse en lo que nos importa, en nuestro propio job to be done. Nuestra vida profesional es una parte demasiado importante de nuestra vida como para que esté desenfocada. La motivación no es suficiente barniz si estamos profesionalmente desenfocados. Abusamos de la palabra propósito, no podemos implantar una especie de dictadura de lo transcendente. No es tan fácil tener un propósito claro y envolvente. Pero sin ser perfectos, debemos tener una idea de nuestro futuro y manejarnos con ella. Si cumplir años no es entendernos con la autenticidad con mayor soltura es que no hemos aprovechado el tiempo.
Lo importante no es la formación si no operativizar el aprendizaje.
Lo importante no es lo que estudiaste, lo importante es lo que puedes aprender.
Lo importante no son los resúmenes, lo importante son las síntesis.
Lo importante no son los discursos, lo importante es el ejemplo.
Lo importante no son las tendencias, lo importante es tener criterio sobre las mismas.
Lo importante no son las listas precocinadas de valores, lo importante es el respeto.
Lo importante no son las respuestas, lo importante son las preguntas.
Lo importante no es crecer, lo importante es crecer haciendo crecer.
Lo importante no son las máquinas, lo importante son las personas.
Lo importante no es tener expertos, lo importante es acercarnos a la sabiduría.
Lo importante no es el organigrama, lo importante es si hay o no hay alma.