Noti-Economia: Los 123 años perdidos para el inversor en Letras del Tesoro
Visto en: www.social.expansionpro
La rentabilidad registrada en el pasado no es promesa o garantía de rentabilidades futuras. Con esta muletilla en sus folletos de márketing, los fondos alertan a los inversores para que no se decepcionen si, ilusionados ante la trayectoria de un gestor, deciden confiarle su dinero y luego éste pincha.
Pero sí es cierto que los comportamientos históricos pueden dar pistas sobre la evolución futura de los mercados. Así al menos lo piensa Credit Suisse, que cada año encarga a un grupo de profesores de la London Business School un sesudo informe donde se analizan los retornos de las bolsas, los bonos, las letras y otros activos como las materias primas durante el último siglo.
En la última edición de ese estudio, presentada ayer, además de desgranar las ganancias de los diferentes mercados entre 1900 y 2022, se incluye una predicción de lo que puede suceder en las próximas décadas.
En esa mirada al pasado, España recibe una atención especial, y no muy elogiosa. “En los 123 años cubiertos por el informe, la prima de rentabilidad media real (descontada la inflación) de la Bolsa española sobre los bonos fue del 1,8%, que es la más baja de todos los países incluidos en el estudio”.
La ganancia real de la renta variable española desde 1900 ha sido del 3,4% anual, frente al 1,6% de la deuda pública a largo y al magro 0,1% de las letras, un producto ahora de moda pero que, según el documento, suele tener su cupón disipado por la inflación.
En otras palabras: el español que pusiera un euro (o una peseta) en Bolsa en 1900 ahora tendría 60 euros (en términos reales, descontada la inflación. Si lo hubiera colocado en bonos dispondría de 6,9 euros, y el inversor en letras ahora habría visto su euro revalorizarse de manera muy modesta hasta los 1,2 euros.
Una conclusión es que, a largo plazo, las cotizadas españolas parecen mucho más atractivas que la renta fija. Pero a nivel internacional, la rentabilidad de la Bolsa extranjera es mucho más interesante. Entre 1900 y 2022, los parqués globales ofrecieron un retorno real del 5% (1,6 puntos más que el español), frente al 1,7% de los bonos y el 0,4% de las Letras.
Los autores del estudio (los catedráticos Paul Marsh, Elroy Dimson y Mike Staunton) consideran que las décadas de los años 30 (Guerra Civil) y de los años 70 (la crisis del petróleo) fueron las grandes detractores de valor para la Bolsa española, con impactos mucho peores que la crisis del euro. En los 123 años, 1977 fue el peor para el parqué madrileño por retornos reales y 1986, el mejor.
Periodos difíciles
¿Qué puede pasar a partir de ahora? El estudio avisa de que los periodos de inflación y estancamiento económico –como el que algunos temen que se produzca– son fatales para los mercados. En este tipo de etapas, la renta variable pierde de media un 4,7% y la deuda un 9%.
Más a medio y largo plazo, los inversores deberían esperar unas ganancias menores que en el pasado. La previsión del estudio es que la Generación Z (los nacidos entre 1997 y 2012) obtengan una rentabilidad media anual durante su vida del 3% con una cartera clásica (60% en Bolsa y 40% en bonos). Se trata de una plusvalía muy inferior al 4,7% de los Millenniales, del 5,1% para los componentes de la Generación X y del 5,6% para los Baby Boomers.
Pero el año pasado, antes del shock de la guerra de Ucrania y la subida de inflación y tipos, la expectativa para la Generación Z era peor, de solo el 2%.
“Un mundo de escasas rentabilidades, en el que los tipos de interés eran muy bajos, puede avanzar de dos maneras. Los mercados pueden seguir ofreciendo bajos retornos año tras año. La alternativa es que los bajos retornos lleguen cuando antes como resultado de un año muy malo para los precios de los activos. Los menores precios implican mayores rentabilidades esperadas. En 2022, hemos pasado de un mundo de bajos retornos a un mundo de retornos algo más altos gracias a la mala evolución del pasado ejercicio”, concluye el estudio.