Noti- Economia: El whisky de malta, más que oro líquido
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Al whisky escocés poco común se le ha dado el nombre de “oro líquido”. Hoy en día, es mucho más que eso. El mes pasado se subastó una botella de The Macallan de edición limitada y barrica única por 250.000 dólares (237.000 euros), el triple de su precio orientativo máximo. Eso equivale a 10.000 dólares por botella de whisky, más de cinco veces su equivalente en peso en oro.
Entonces, ¿debería plantearse invertir en estos whiskies raros? Hay quien prefiere no reconocer el whisky como una inversión, pero no cabe duda de que los coleccionistas tienen presente el dinero. Los precios pueden parecer astronómicos, pero sigue siendo un mercado relativamente pequeño. Aunque las fuentes de datos varían, las ventas de botellas raras de whisky escocés ascendieron a más de 90 millones de libras (103 millones de euros) el año pasado, según datos del asesor empresarial de Edimburgo Noble & Co.
Los precios del whisky de alta gama se han revalorizado mucho en la última década. Casi siempre se trata de whiskies de una sola malta, es decir, de una sola destilería, en lugar de mezclas.
Según datos de Rare Whisky 101, el índice Rare Icon de las 100 mayores subastas de botellas de whiskies raros ha multiplicado su valor por más de cuatro en la década hasta finales del año pasado. Pero este aumento oculta diversos resultados entre las destilerías. La edad importa, pero también la marca. Un índice de botellas de Springbank, de la zona de Campbeltown en la península de Kintyre, se ha revalorizado aún más, casi seis veces en el mismo periodo.
Los argumentos históricos atraen a los compradores. Campbeltown ofrece uno. Tras llegar a 34 destilerías hace más de un siglo, hoy sólo operan tres: Springbank, Glen Scotia y Glengyle. No es de extrañar que los precios de las botellas de Campbeltown subieran un 35% interanual hasta septiembre.
Aunque muchos compradores prefieren las botellas, el mercado de barricas ha ganado importancia entre los coleccionistas. Las barricas varían de tamaño y pueden contener varios cientos o incluso 1.000 botellas. Esto permite a los entusiastas con mucho dinero invertir millones. Una barrica especial de Ardbeg de 1975, propiedad del grupo de lujo LVMH, se vendió el año pasado por 16 millones de libras.
¿Quiénes son los compradores? Andy Skene comercializa whiskies y los madura en barricas especiales para sus clientes. “Observo que de mis ventas online, las botellas [y barricas] más caras van a parar a Asia”.
Algunos coleccionistas optan por hacerse su propia barrica. Donald Farquharson, que alquila espacio al negocio de Skene en Aberdeenshire, ha puesto a madurar Balvenie, un whisky de una sola malta de Speyside de 12 años, en una de las barricas de Skene diseñadas originalmente para contener coñac. “Me intrigaba ver cómo sería la maduración del coñac, ya que [no es] tan común”.
¿Cuáles son los riesgos para los inversores? Las oleadas de dinero que entran en el mercado del whisky preocupan a algunos. Las botellas se venden a 100.000 libras y las barricas a varios múltiplos de esa cifra, lo que atrae a los especuladores. Escriba “inversión en whisky” en un motor de búsqueda y aparecerán varios enlaces, algunos de los cuales ofrecen rentabilidades anuales del 8-12%, además de almacenamiento y seguro gratuitos.
Esto pone nervioso a Andrew Shirley. Shirley elabora el Knight Frank Wealth Index, que sigue los movimientos de activos coleccionables como obras de arte, coches clásicos y whisky raro. Le preocupa el uso indebido de su índice por parte de quienes desean crear y anunciar fondos de inversión en whisky.
“Una persona me llamó para crear un ETF [fondo cotizado]” utilizando sus índices, se queja, señalando que tanto los coches clásicos como las obras de arte obtuvieron mejores resultados que el whisky el año pasado.
Otra amenaza para los precios podría ser el aumento de la capacidad de las destilerías. Antes del año 2.000 había 93 destilerías escocesas en funcionamiento. Desde entonces se han abierto otras 42, y hay en planificación 59 más.
No todas llegarán a buen puerto. Además, cualquier bebida espirituosa “nueva” –destilada desde las primeras fases de producción– requiere más de tres años de envejecimiento antes de ser considerada escocesa, y varios más para alcanzar la categoría de añejo.
Aun así, comprar whisky escocés añejo no garantiza un éxito fácil para los coleccionistas. ¿Vale la pena intentarlo? “Hay que investigar y encontrar un vendedor o minorista de confianza”, explica Tim Nicholson, inversor privado en botellas. Pero añade: “Sí, es posible ganar entre un 20% y un 25% anual”.
A menos que se produzca un colapso catastrófico de los mercados mundiales de activos, el mercado del whisky parece apuntalado por la demanda de un selecto grupo de compradores adinerados que persiguen una oferta escasa.