02/05/2024

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5 series y pelculas para ver este fin de semana en Netflix, Max y Youtube

Una seleccin especial con las mejores series y pelculas, que incluye tambin estrenos en salas de cine.

Estas son las series y pelculas para ver en el fin de semana en Netflix, Max y Youtube.

1. Miniserie para ver en Netflix: Por siempre jams

Guillaume (Finnegan Oldfield) acaba de enterrar a su madre, lo que despierta heridas no cicatrizadas de cuando perdiera a su novia y a su hermano, una dcada atrs. Para peor, uno de sus grandes sostenes emocionales, su novia Judith (Nailia Harzoune), desaparece.

Junto con su amigo y empleador Draco (Guillaume Gouix) iniciaran la bsqueda de la muchacha, descubriendo una tinglado que involucra narcotrfico, prostitucin y un grupo de neonazis.

Otra novela de Harlan Coben (Safe, Engaos, Qudate cerca), con sus tramas plenas de eventos y revelaciones, sirve de fuente para este thriller que, a lo largo de 7 episodios, sabe cmo mantener la tensin.

Esta vez la produccin es francesa y se beneficia de los paisajes de Niza y Cerdea, con vistas espectaculares. La violencia es suministrada en dosis mdicas y el grado de suspenso es bastante elevado. El desempeo actoral es parejo y el nivel de produccin alto.

A no pedir sutilezas, slo entretenimiento. Recomendada

2. Miniserie para ver en Netflix: ARA San Juan: El submarino que desapareci

En slo 8 episodios de 30 minutos, este documental dirigido por Mauricio Albornoz Iniesta releva las alternativas que rodearon a la tragedia que enlut a nuestro pas en el ao 2017, cuando este submarino de la Armada desapareci en medio de un fuerte temporal, a 597 kilmetros de Comodoro Rivadavia, pereciendo sus 44 tripulantes.

Con detallada informacin brindada a travs de entrevistas a marinos, familiares de los fallecidos, periodistas, y una mirada muy crtica hacia el gobierno de Mauricio Macri y las autoridades de la Armada, nos enteramos del funcionamiento del submarino, su funcin de patrullar nuestras aguas, la escasez de presupuesto que limitaba sus salidas.

Tambin se da espacio a las distintas hiptesis que se barajaron en aquel momento, alguna ms aterradora que las otras.

El material de archivo, abundante y prolijamente incorporado, da muestras de la desesperacin de los familiares y la sensacin de orfandad que les dej la falta de acompaamiento de las autoridades gubernamentales. Muchos han quedado con la sensacin de que se les ocultaba algo…

Muy recomendado.

3. Pelcula para ver en Netflix: 7 aos

Los cuatro socios de una exitosa empresa de diseo de aplicaciones contratan a un mediador para que los ayude a tomar una decisin que han de respetar. Han desviado fondos a cuentas en Suiza y el fisco les est al acecho.

Los socios buscan que uno de los cuatro se haga responsable de pagar en prisin los 7 aos que les caeran de ser condenados.

Todo se da entre las cuatro paredes de la empresa, lo que contribuye al clima de encierro, en el que se darn escenas de pugilato verbal y fsico a medida que se vayan exponiendo los fallos de cada uno, las pstulas, las envidias, las competencias que la sociedad ha ido acumulando a lo largo de los aos.

Este film espaol destaca por su intensidad, mayormente debida a los agudos intercambios verbales. El guion abunda en giros sorpresivos y la direccin de Roger Gual es lo suficientemente hbil para superar las barreras que implica un nico escenario.

El elenco se desempea eficazmente. Recomendada.

4. Pelcula para ver en YouTube: Sabotaje

El dueo de un cine de barrio (Oskar Homolka) forma parte de una organizacin anarquista que gusta poner bombas en diversos puntos de Londres para crear el caos. Su esposa estadounidense (Silvia Sidney), con gran ingenuidad, cree que sus reiteradas escapadas se deben a que le est siendo infiel, hasta que…

Adaptada libremente de una novela de Joseph Conrad en 1936, Sabotaje es una de esas gemas en que Alfred Hitchcock iba poniendo a prueba su talento para crear suspenso. Ya con una obra maestra en su haber (Los 39 escalones) era el director ms importante de Inglaterra.

El film tambin es famoso por una secuencia de extrema tensin en que el cuado del anarquista, un adolescente, sin saberlo, porta una bomba escondida en una lata de pelcula, que debe entregar en determinado horario en determinado lugar.

El sadismo del director hace su aparicin en la resolucin de tal secuencia. Y, a continuacin, mediante el montaje, al mostrarnos a tres personajes rindose… anticipando el placer de representar a los alumnos que salen corriendo de un colegio en la celebrada Los pjaros, en donde hay primeros planos de picotazos en orejas y cuellos infantiles.

Tambin exhibe su destreza con varios ejemplos de cine dentro del cine: mientras observa la proyeccin de un dibujo animado en la gran pantalla, un personaje reconoce una verdad que hasta entonces le era esquiva.

El film despert la ira de algunos censores y, en Brasil lleg a ser prohibido por publicitar tcticas terroristas. Sumamente entretenido y desbordante de ideas visuales, pocos de los espectadores que lo vean lo olvidarn. Recomendado.

(Buscar versin original en ingls con subttulos en espaol)

5. Pelcula para ver en Max: Ojos bien cerrados

Dentro de la filmografa de Stanley Kubrick este film postrero parece ser el ms cercano a sus intereses vitales. No slo est uno de sus escritores favoritos —Arthur Schnitzler es el autor de la novela que le sirve de base- sino que tambin est presente el espritu de uno de sus directores predilectos, Max Ophls, que abrev en la obra de ese mismo escritor en dos de sus ms famosos films: La ronda y El placer.

El recorrido del protagonista de Ojos bien cerrados est aderezado por los elementos de estilo que ya hemos visto en otros films del director: una frontera intangible entre el realismo y el surrealismo, entre la vigilia y los sueos que lo sita en esa zona de su filmografa conformada por Lolita y Dr. Inslito.

Lolita se iniciaba con un viaje — la imagen de un auto se hunda en una ruta- que tena la cualidad imprecisa y onrica de lo surrealista. El humor del personaje de Quilty, ms matizado en este film, preside las repeticiones y asociaciones casuales que van entretejiendo el relato: la frase «Quieres ir adonde termina el arco iris?», pronunciada por una de las muchachas que pugnan por seducir al doctor Hartford (Tom Cruise) en la fiesta de Ziegler (Sidney Pollack) encuentra su correlato en la tienda «Rainbow fashions», donde se da una cierta situacin de pedofilia, lo que vincula el film directamente con Lolita y con El mago de Oz, donde Dorothy, la protagonista, realiza un largo periplo por un mundo onrico para terminar dndose cuenta que no haba lugar como el hogar, algo similar a lo que descubrir el doctor.

Otras asociaciones: tras asistir como voyeur a una orga, el doctor Hartford regresa a su departamento y descubre que su mujer (Nicole Kidman) estaba soando con ser la protagonista de una orga. Buscando el paradero de un amigo pianista que ha desaparecido un poco misteriosamente, el Dr. Hartford inventa que debe darle unos anlisis que son importantes para su salud. En una escena posterior, se entera que una prostituta con la que casi tiene relaciones sexuales ha recibido unos anlisis que le confirman que es HIV positivo.

Por otro lado, esta inslita comedia romntica revela un lado moral. El tema es la fidelidad, y todo lo que pueda ponerla en peligro aparece como peligro mortal para el protagonista. Esto lo podemos ver a travs de tres secuencias que insertan al personaje dentro de un amplio friso social. La primera es la del baile en la casa de Ziegler, donde debe socorrer a una prostituta con la que ste —un hombre casado- ha tenido relaciones. La muchacha es vctima de una sobredosis que pone en peligro su vida (alguien siempre pierde en el adulterio). La segunda es la de la orga a la que concurre a espaldas de su mujer, donde Hartford es descubierto como un infiltrado en ese medio y es obligado a desenmascararse. De poco le sirve ah su identidad como doctor y su dinero: sus contrincantes son infinitamente ms poderosos y pueden darse el gusto de jugar con l (como lo har Ziegler ante la mesa de billar ms tarde).

El castigo podra haber sido peor (aunque siempre pender una amenaza mortal sobre l y los suyos) si una dama misteriosa no ofrendaba su vida a cambio de la suya (Amanda Curran le agradece de esta manera el haberle salvado la vida cuando lo de la sobredosis? La vida de Amanda no tiene valor en ese mundo de imgenes descartables y decide «suicidarse» de manera altruista, ayudando a otro que tiene lo que ella no tiene, es decir, una familia? No conocemos las motivaciones de Amanda y las causas de su muerte quedan bajo un manto de confusin).

En la tercera secuencia, la final de la pelcula, el dr. Hartford ya se ha confesado ante su mujer (aunque no se nos muestra qu le confiesa) y, tan desorientado como siempre, le pregunta qu deben hacer. Se hallan en una gigantesca juguetera, rodeados de juguetes —oso y tigres, uno de ellos nos recuerda al que tena la prostituta Domin sobre la cama- en serie (al igual que se hallaban rodeados de personas que parecan imgenes en la fiesta —»no veo ni un alma» haba dicho l-, o rodeado de mscaras en la orga) y ella le dice que en ese mundo lleno de peligros han sobrevivido y que el mejor tesoro que poseen es el de su intimidad, con sus pros y sus contra, pero es lo que tienen. Y ahora que l est despierto —uno como espectador duda que lo est ya que todo debe preguntrselo a ella- deben dedicarse a hacer lo que l busc fuera del matrimonio: coger.

Qu suceder con ellos? Una pista nos la puede dar el uso que Kubrick le da al vals de Shostakovich. Aparece en tres momentos del film: durante las imgenes iniciales, que dan idea de cotidianeidad matrimonial (el doctor Hartford apaga el equipo de audio del que brota el sonido, o sea que era sonido ambiente). La segunda vez, siguiendo la rutina laboral del doctor atendiendo en su consultorio y de Alice atendiendo a su hija en casa (aqu es como «musicalizacin», viene como tocado por el «narrador Kubrick»). La ltima vez es como fondo de los ttulos finales del film, despus de la escena en la juguetera.

Si en las dos primeras ocasiones se connot a esa msica con significaciones relacionadas ver con lo rutinario, el ms all de la historia de este matrimonio podra apegarse a las mismas connotaciones, ms si se ve en el recurrir a la misma composicin musical como un cierre de tipo cclico.

Bill y Alice seguirn juntos, pero rodando como en un vals, haciendo crculos sobre lo mismo… (Una lectura ms optimista relacionara el tema del vals con La ronda de Ophls y la funcin que se le asigna all: el vals es necesario para que siga la ronda del amor).

Es obvio que el concepto de lo que es el amor es harto complejo en Kubrick, y aparece descarnadamente desprovisto de los azcares con que suele barselo. No se lo puede pensar como algo que se da de una vez y «para siempre», como le gustara al acomodaticio doctor Hartford (y a las nias y al Jack Torrance de El resplandor, que pronunciaban la misma frase y que ya estaban del lado de lo muerto y lo congelado en el tiempo) para acallar las dudas que la confesin de su mujer le despierta, que ponen en serio peligro una identidad tediosamente construida en base a un rol social —ser mdico; resulta pattico cmo muestra a cada uno su identificacin- y el dinero que de ella se deriva (pocas personas han gastado en tres das tanto para no conseguir ms que lo que ya tenan).

Lo que la confesin de Alice pone en evidencia es que se halla ante una mscara —un yo tan dbil y temeroso que entra en crisis cuando las cosas (que su mujer pueda desear a otro hombre) no encajan en esos esquemas condicionantes con los que ha crecido. En este sentido, Ojos bien cerrados casi hace un cartel de nen centelleante de su ttulo: el dr. Hartford no escapa del destino de otros personajes de Kubrick, manejados para «parecer» mejores en el sistema que se desempean. Claro es que Alice —relacionada con el arte y en ese momento desocupada- prefiere mirarse a s misma en el espejo que dejarse llevar por los reflejos condicionados de su marido, una especie de Hal -la computadora de 2001, odisea del espacio– que atrae las pulsiones de muerte que se hallan por los alrededores. Para salir del atolladero, Alice proclama que la relacin debe renegociarse constantemente —»no digas para siempre»- y que al convencional «hacer el amor» hay que adosarle la dosis de salvajismo propia de los monos de 2001 («coger»). Como se ve, el concepto de «amor» en Kubrick supone que uno de los miembros de la pareja siga los deseos del otro —relacin de poder, el ms consciente triunfa- e implica una dosis de violencia regulada por la misma pareja para permitir la supervivencia de la misma.

La posicin de Alice al cerrarse el film es muy similar a la enunciada por Joker en la escena final de Nacido para matar: «vivimos en un mundo de pura mierda —rodeados de imgenes seriadas y letales- pero he sobrevivido y ya no tengo miedo, quiero el culo y las tetas de Mara Culopodrido…»

Para finalizar, hay un aspecto de comedia en Ojos bien cerrados que se relaciona con el subtema de los celos y la obsesin. Para vengar el dao que su mujer le produce con su confesin, Hartford se lanza a una bsqueda mecnica de sexo fcil y, si bien recibe multitud de propuestas, nunca las puede llevar a buen trmino por uno u otro motivo.

En este sentido, Ojos bien cerrados tiene ms de un punto de contacto con Despus de hora de Martin Scorsese, tambin ambientada en Nueva York, inserta tambin en una lgica onrica y delirante, aunque mucho ms paranoica. Pero el film de Kubrick tiene un trasfondo mucho ms trgico, ya que despus de la segunda confesin de su mujer, podemos ver cmo el rostro del doctor Hartford luce «la mirada de las 1000 yardas», mirada que hemos visto en otros personajes de su filmografa y que denota un dolor infinito ante lo vivido.



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