Contaminación por humo proveniente de la leña
En muchos lugares del mundo calentar los alimentos, solventar los problemas de oscuridad y tener un hogar caliente en época de frío, se realizan mediante una fogata llamada comúnmente fogón, en donde se colocan leñas o pedazos de maderos, los cuales se encienden para lograr hacer fuego y llevar a cabo las actividades antes descritas. Aún cuando esto es una práctica ancestral, hoy en día es que estamos percibiendo la magnitud de esta situación, no solo a nivel ambiental sino también en cuanto a la salud de las personas.
Según estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud, la mitad de la población, aun perteneciente a países desarrollados emplean este método para cubrir sus necesidades alimenticias y de calefacción, conjuntamente con el uso del leño, también aprovechan cualquier materia orgánica con la cual pueden hacer fuego. El humo producido genera grandes cantidades de partículas y gases contaminantes que no solo ayudan al aumento de la contaminación reinante en el ambiente, sino también ponen en riesgo la salud de quienes hacen esta práctica.
Existen también artefactos modernos de calefacción a leña como, por ejemplo: Hornos, calderas y estufas que, al momento de usarse, emiten columnas de humo muy densas que duran mucho tiempo. Este humo contiene: Monóxido de carbono, dióxido de azufre, ozono, óxido nitroso, hidrocarburos aromáticos policíclicos y partículas diminutas; el humo de la leña que no se quema por completo contiene una cantidad de sustancias químicas muy contaminantes.
La Fundación Yammine explica las consecuencias del humo producido por leña:
1.- Las partículas en el humo de leña pueden reducir la visibilidad, ocasionando accidentes automovilísticos.
2.- Ocasionar daños ambientales y estéticos en comunidades y espacios naturales, como los parques nacionales.
3.- Los niños, ancianos y personas con problemas cardíacos y respiratorios son los más vulnerables a la presencia de humo.
4.- Tanto las partículas diminutas y los gases tóxicos producido por el humo son tan pequeños que pueden entrar en las casas aun cuando puertas y ventanas se encuentran cerradas.
5.- Se ha determinado que inhalar el humo producido por la leña, es mucho más perjudicial que fumar tabaco o cigarrillo.
6.- Las personas que constantemente están en contacto con el humo, pueden presentar desprendimiento de retina.
7.- Las mujeres embarazadas que se encuentran inhalando este humo, tiene que tener precaución ya que sus hijos pueden padecer de enfermedades más grave que si estuvieran fumando.
8.- Cocinar con combustibles sólidos, como carbón, leña o residuos agrícolas, produce elevados niveles de contaminación del aire en espacios interiores, ya que se liberan elementos peligrosos como partículas de hollín.
9.- En viviendas mal ventiladas el humo puede producir concentraciones de partículas finas 100 veces más a las aceptables.
¿Qué medidas se pueden tomarse para reducir esta situación?
1.- Usar artefactos de calefacción que tengan permiso de instituciones ambientales.
2.- Solamente queme leña seca, evite la madera tratada, papel, basura en general, estiércol y materiales utilizados para el reciclaje.
3.- Antes de colocar la leña en el horno o estufa, hacer un pequeño fuego con ramas muy pequeñas.
4.- Si su estufa tiene un regulador, ábralo primero, antes de prender la estufa y asi se reduce la cantidad de humo en la casa.
5.- Si tiene una chimenea o quiere construir una, tenga en cuenta de extenderla hasta que sobrepase el techo tanto de su casa como la de los vecinos.
6.- Opte por una estufa a gas.
7.- Antes de prender la leña, ponga atención al clima y al viento.
8.- Prefiera estufas eficientes que funcionan con madera, estas reducen las emisiones de gases tóxicos en los espacios interiores.
9.- Usa una mascarilla: Proteger la nariz y la boca, es una buena manera de evitar que el humo pueda llegar hasta los pulmones.
10.- Cuidar los ojos: Lave sus ojos con mucha frecuencia y evite usar lentes de contacto mientras se encuentre cocinando en el fogón. También puede utilizarse gotas artificiales.
El humo que se produce al cocinar con leña contiene benceno, formaldehído, acroleína e hidrocarburos aromáticos policlínicos, que causan un gran daño al ambiente y al hombre.