Calamaro entendi� todo: en 2025 el verdadero poder es descolocar al p�blico
Carlos Maslat�n sali� del Movistar Arena y lanz� una definici�n que se volvi� viral en minutos:
«Qu� derechista que es Andr�s Calamaro. Es incre�blemente de derecha»
Y luego remat� con un apodo que se instal� inmediatamente:
«Maestro de la confusi�n, Calamaro»
La reflexi�n, filosa e inesperada, volvi� a poner en escena al eterno provocador del rock argentino.
Un show cargado de s�mbolos
Para Maslat�n, el recital de Calamaro fue mucho m�s que m�sica. Fue un discurso visual.
Sostuvo que durante varias canciones, Calamaro proyect� im�genes de guerra: escenas del ej�rcito estadounidense en Vietnam, material b�lico hist�rico, e incluso la bomba at�mica lanzada sobre Hiroshima en 1945.
Lo que m�s lo sorprendi� es que —seg�n �l— no hab�a tono de denuncia, sino un uso est�tico y fr�o, ajeno a la tradici�n pacifista del rock.
Un cierre que desconcert� a todos
El final del show agreg� otro elemento a la lectura pol�tica de Maslat�n. Calamaro eligi� despedirse con un paso doble espa�ol, un gui�o cultural que el libertario interpret� casi como una bandera ideol�gica: «No puede ser m�s de derecha».
Para �l, ese detalle coron� un espect�culo repleto de gestos que desaf�an las narrativas t�picas del rock progresista.

Entre Santucho, la iron�a y el cinismo
Pero la clave, seg�n Maslat�n, est� en el doble juego pol�tico del Salm�n. Asegur� que Calamaro se mueve en una especie de cinismo calculado: puede decir que est� «m�s cerca de lo que se cree de Mario Roberto Santucho», se burla de todo, y deja siempre la sensaci�n de que no est� claro si habla en serio o en chiste.
Ese mecanismo, sostiene, es lo que lo convierte en un artista �nico, imposible de encasillar.
«Un genio absoluto»
La reflexi�n termin� en elogio, como suele ocurrir cuando alguien describe a un provocador nato: «Un genio absoluto».
Para Maslat�n, en esa ambig�edad, en ese juego permanente de tensiones, se esconde la genialidad del m�sico que nunca deja de sorprender.
�Provocador, conservador o simplemente Calamaro?
El an�lisis dispar� un nuevo debate.
�Calamaro est� enviando un mensaje pol�tico o solo disfruta del desconcierto?
�Es un gesto ideol�gico o puro estilo?
�O ambas cosas al mismo tiempo?
Lo cierto es que, fiel a su fama, el Salm�n volvi� a mostrar que el caos tambi�n puede ser una forma de arte.
