Entrevista con el productor de Ángel Di María: Romper la pared, el documental que es un éxito mundial: «La maquinaria detrás de Di María es el amor»

En Historia de los Ángeles, Borges señalaba que los ángeles eran estrellas. Habían vivificado el alma de los astros, «enalteciendo a vitalidad su fulgor». El brillante escritor argentino señala que, para los teólogos, eran seres superiores al hombre cuyos atributos incluían la fuerza intelectual, el libre albedrío, la inmaterialidad y la duración perdurable «con principio pero sin fin». Seres capaces de «obrar cosas maravillosas». Ángel es el nombre de Di María, el protagonista de la nueva serie documental de Netflix, Romper la Pared.
La serie, compuesta por tres capítulos de 55 minutos cada uno, es un éxito en todo el mundo. Quizás porque Ángel Di María es un fenómeno que trasciende las fronteras de Argentina, porque su vida representa mucho más que la de un individuo exitoso en el fútbol: su historia cobija la grandeza de la sencillez. En los testimonios que rastrea el documental, que incluye las voces de su familia, su esposa Jorgelina Cardoso, sus amistades y sus compañeros de trabajo, se nota el alma de los astros. De esas estrellas que iluminan a los demás.
Como toda gran historia, tuvo sus desafíos, sus obstáculos y detractores, porque no hay gloria posible sin sangre, sudor y lágrimas. La vida de Fideo, el chico que soñaba con jugar en Rosario Central y terminó levantando la Copa del Mundo junto a Lionel Messi, es inherentemente cinematográfica. Viajes, emociones, polémicas y una historia que parece comenzar por lo que debería ser el final, pero es coherentemente el inicio. Andés Emilio, showrunner de Romper la pared, cuenta cómo fue este proceso de creación que llevó más de un año de trabajo.
¿Cómo nació este proyecto?
En Pegsa ya habíamos trabajado con Netflix, con Sean Eternos, que le fue super bien. Queríamos trabajar juntos de nuevo y les acercamos la idea de este documental, que pensábamos desde antes de la Copa América. Le faltaba un final, pero él se encargó de que tenga muchos finales. Investigamos un montón. Nos gustaba su familia, su esposa, sus viejos, sus amigos. Cuando Argentina gana la Copa América él vuelve a Argentina y va a visitar a un amigo. Se hace viral, porque es super humilde, mantuvo a sus amigos de siempre. Además, tuvo algo paralelo con Messi: no fue profeta en su tierra, triunfó en Europa y acá lo puteaban todos. No nos olvidemos que acá hay gente que se quejaba porque Messi no cantaba el himno.
¿Cuál fue la mayor dificultad que se les presentó haciendo el documental?
Bueno, ayer, casualmente estábamos reflexionando con los chicos de producción. Les dije: «¿Recuerdan que hace un año atrás estábamos planificando todo, anotando nombres en papelitos de colores?». Bueno, poníamos un papelito por cada jugador. ¿Cómo llegamos a tanta gente? Porque escribir en un papelito Mourinho… llegar a entrevistarlos era muy difícil. Eran nombres muy tremendos. La dificultad era mantener costos de producción razonables, porque no es que Mourinho nos decía que sí y listo, tomábamos un avión y lo íbamos a entrevistar. Había que hacer un plan de rodaje. Nos tuvimos que dividir cuando estábamos en Europa. Estábamos en Madrid, yendo a Milán, cuando me escribe la representante de Sergio Ramos para decirnos: «Ok, lo hacemos. ¿Vienen mañana?». Nos dividimos. Me fui de Madrid a Sevilla, manejando 600 kilómetros con un cámara y un sonidista, para entrevistar 15 minutos a Sergio Ramos. Teníamos que entrevistar a Lautaro Martínez también, pero tuvimos suerte: nos pidió reprogramar la entrevista, así que de Sevilla nos fuimos a Italia para entrevistarlo.
¿Cómo manejaron el aspecto de la ficción? Porque recuerdo cuando corrió el rumor de que estaban haciendo una ficción sobre su vida.
Recreamos algunas escenitas nada más, no es que pusimos a actores hablando. Cuando fuimos a grabar a Rosario alguien habló de más. En LAM dijeron que íbamos a hacer una ficción sobre su vida. Nosotros no hablamos porque a Netflix no le gustan esas filtraciones. Solo fuimos para recrear pequeñas escenas. Pero por el momento no tenemos intenciones de hacer una ficción.
¿Tuvieron algunos documentales en mente para inspirarse?
Yo creo que lo primero que hay que hacer, si uno hace un documental sobre deportes para Netflix, es mirar los documentales sobre deportes de Netflix. No porque los otros servicios tengan mejores o peores, sino porque estás trabajando para un cliente y tenés que saber qué quiere. Justo en ese momento había salido el documental sobre Beckham. The Last Dance es icónico. Miramos cómo manejan el tiempo, cómo cuentan las historias… nosotros habíamos terminado el documental y nuestro protagonista seguía ganando cosas. Así que recién ahí decidimos que ese tenía que ser el comienzo del documental, como quien tira el ancho de espadas en la primera mano. Funcionó.
Más allá de la investigación, ¿algo te sorprendió sobre Di María, cuando hacías el documental?
Son buena gente él y su familia. Estuvo presente en el proceso. Sigo hablando con él, casi a diario. Su esposa es un ser de luz, super atenta. Cuando íbamos a filmar en documental en Portugal nos decía que dejemos las cosas del equipo de producción en el living de la casa, para no tener que andar moviendo todo. Super buena gente. Son generosos. Repostean las publicaciones, todo. Sus viejos viven en un barrio privado, pero no tienen empleados: y son gente que vive muy bien. El padre no tiene empleados: «Yo puedo limpiar la pileta», dice. La madre cocina, son gente re común. Di María sigue teniendo sus amigos de toda la vida. Los pibes que vivían al lado, literalmente, de su casa. Estuve ahí: son pibes de barrio. En el documental eso se nota.
Surgieron controversias con periodistas deportivos locales, como Toti Passman, ¿qué opinás de esto?
Nosotros usamos imágenes de Passman arrodillado y nos parecía más que correcto darle derecho a réplica. El otro periodista que se queja, nada… el documental está cuarto en la categoría más visto en idioma no inglés, en todo el mundo. Nosotros no estamos para esas cosas de peleas domésticas de gente que busca figurar. El documental sí muestra que Di María fue muy criticado por el periodismo. Passman explica por qué dice lo que dice y en qué momento. Está perfecto porque hace su laburo. A nosotros no nos interesaba concentrarnos en un nombre. No tiene sentido comparar a una mega estrella con alguien que intentó destruirlo. No queremos destruir nosotros a una persona: sí nos interesa mostrar que nuestro protagonista fue muy criticado. Di María ganó la Champions, ganó la Copa del Mundo, no necesitamos buscar el quilombo. La gente lo quiere a Ángel.
El documental es un éxito en Netflix. ¿Hubo alguna reacción que te haya impactado, de parte de los espectadores?
Lo primero, las reacciones de la familia. Eso me pone re contento. Leo mucho a las redes sociales. Leo mucho Twitter… bah, X ahora. Dicen que es una cloaca, pero yo veo comentarios muy positivos ahí, muy lindos. Leí mucha gente emocionada con el documental. Hubo una reacción que me encantó, que se hizo viral. Decía algo así como: «2:43 minutos y ya estoy llorando». Es re lindo ver tanta gente comentando y llorando por algo con lo que laburaste tanto. Eso nos pasó a nosotros también. Una vez le dije a los chicos de producción: «Mañana traigan pañuelitos para la entrevista». Nos tocaba entrevistar a los padres. Ellos se emocionan con una pregunta. Yo me emociono. Miro al resto del equipo: el sonidista, el director… todos llorando. Se me pone la piel de gallina cuando lo recuerdo. No solo nos pasó a nosotros: los chicos que trabajaron en edición también se emocionaron.
¿Quedaron cosas afuera del documental?
Un montón. Hasta material de Messi. Cuando nos dieron la fecha, viajamos a Miami. Fueron dos días a full.
¿Salió como lo tenían planeado?
Sí, no solo por la figura de Leo, sino porque compartieron toda una carrera. Messi nace en la misma ciudad, en el mismo hospital, y con el mismo obstetra, un año antes que Ángel. Ángel hace su primer gol importante en una final de los Juegos Olímpicos, cuando tenía 20 años, en Beijing, y el pase de gol lo hace Messi. Jugaron 15 años juntos. Vivieron todas las mismas. Fueron compañeros en PSG. Podríamos haberlo entrevistado 10 horas a Messi. Compartieron el éxito, las críticas del periodismo, todo.
¿Ya tenés en mente nuevos proyectos?
Sí: me quiero ir de vacaciones. Jaja. Nuestro vínculo con Netflix es genial, a este proyecto le está yendo muy bien también, así que estamos pensando cosas todo el tiempo. Hay cosas que salen bien, hay otras que no pasan el primer control interno: a vos también te debe haber pasado. No sé si te pasó, pero seguro a veces te piden que escribas algo y pensás: «Mmm, esto no lo veo», y después ese proyecto se cae o sale bien. Hay un montón de cosas dando vueltas. Historias para contar hay. La de Ángel nos llamó la atención cuando no era campeón del mundo. Después el tipo va y hace goles en la final de la Copa América, en Finalissima, en la final del Mundial.
Todo muy cinematográfico.
Tiene una familia genial. Él es emotivo, se muestra tal cual es, se pone a llorar en cualquier lado y no le importa. Genera identificación con mucha gente porque es un tipo sencillo. Él decidió renunciar a la Selección porque decía que había nuevos chicos a los que había que darle el lugar. Hizo todo bien. Estuvo muy bien acompañado. La idea con un documental es que se vea la maquinaria detrás de una estrella. En este caso, la maquinaria fue el amor.